Brecha digital o la encrucijada educativa

Una Brecha… ¿Qué es una brecha?

Una brecha se antoja tanto una grieta como una abertura, una herida o una salida, una laguna o un claro (en el bosque). En cualquier caso, «estar en la brecha» significa todo lo contrario a estar de vacaciones… «Estar en la brecha» representa estar en la delgada línea roja que separa un bando del otro, la vida de la muerte, la derrota o la victoria, el pasado o el futuro. El vocablo brecha viene del francés brèche, con el mismo significado de brecha; a su vez, del antiguo franco breka, el equivalente a rotura; y del germánico breham o brëhhan, del gótico brikan, y finalmente de la raíz indoeuropea bhreg. También se relaciona con el verbo alemán de la misma semilla brechen, del neerlandés breke y acaso del anglo break, como romper.[1] Apareció en el latino español a mediados del siglo XVII como vocablo militar que implicaba el destruir los fortines, mayormente árabes. Un anónimo de 1616 así lo decía: «Díjole al alcalde que para el castillo y hacerle brecha había menester media docena de cañones».[2]

Podríamos decir que en términos sociológicos la palabra brecha hace referencia a la diferencia que existe entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a internet y aquellas que no, aunque dichas desigualdades pueden hacer referencia al conjunto de nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC): computadora, banda ancha, telefonía móvil y demás dispositivos. Como tal la brecha digital separa a los grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los niveles distintos de alfabetización, carencias y ciertos problemas de accesibilidad a dicha tecnología, pero también se pone énfasis en la distinción de aquellos grupos que tienen acceso a contenidos digitales de calidad y los que de ninguna manera. Un concepto asociado es la «inclusión digital» (infoinclusión) versus la «exclusión digital» (infoexclusión) para designar los matices de grises designados a los efectos discriminatorios de la brecha digital.

Arqueología de la brecha digital

CC by-nc-sa 2.0 flickr-com/photos/66206547@N00/

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En 1959 P.F. Drucker[3] describió la emergencia de un nuevo perfil de profesionales en la sociedad postindustrial. Lo denominaría el knowledge worker (trabajadores del conocimiento), sujetos que principalmente trabajarían con información o gestión del conocimiento como empleo. Lo más relevante del tema es que dicha conceptualización ya presagiaba una sociedad en la cual el conocimiento jugaría un papel central en las actividades diarias del sector productivo, sobre todo en el sector servicios.

La preocupación por el avance de las nuevas tecnologías volvió a aparecer en 1970, cuando Tichenor, Donohue y Olien hablaban de la «Knowledge Divide» o la knowledge-gap (la fractura del conocimiento o llanamente desniveles de conocimiento),[4] según la cual cada nuevo medio de comunicación incrementaba la división en el uso del sistema social entre los ricos y pobres en información. En otras palabras: «La difusión a gran escala de las comunicaciones de masas se interpreta generalmente como un indicador de modernización, de desarrollo social y cultural, vinculados a movimientos informativos disponibles para la libertad y la equidad», y sin embargo, todo indica que «los media reproducen y acentúan desigualdades sociales, son instrumentos del incremento de las diferencias, no de una atenuación de ellas, y «hacen surgir nuevas formas de desigualdad y de desarrollo desigual».[5] La diferencia en la adquisición de información tiene que ver, pues, con dos factores: el poder adquisitivo y el nivel cognitivo, el bolsillo y la competencia, la condición económica y la condición educativa. Dichos niveles se articulan de forma complementaria con el papel de la oferta de productos electrónicos, avisan muchos teóricos. Así, fabricantes y proveedores de aparatos y conexiones a internet, de no poder apuntar a un público universal, apuntarán a los sectores consumidores de tecnología. De ese modo, la gap entre los unos y los otros —info-ricos e info-pobres— crecerá.[6] Para otros investigadores más optimistas, no obstante, la red provocará con el transcurso de los años una democratización social: «Las fuerzas que determinan la difusión del uso de la computación no es social ni racial ni económica, sino generacional».[7] Es decir, que los pobres y los ricos son tanto jóvenes como viejos… pese a que, añadirá Castells no sin cierto sentido común, que hay territorios que «antes de pasar a la electrónica necesitan un suministro fiable de electricidad».[8] Cabe recordar que hay más líneas telefónicas en Manhattan o en Tokio que en toda África subsahariana.

Pretéritos cercanos

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Ya en 1982 la comisión Maitland publicaba El eslabón perdido, un documento que ponía de manifiesto las conclusiones sobre la carencia de infraestructuras de telecomunicaciones en los países en vías de desarrollo, y se puso como ejemplo el teléfono. Algunas referencias citan a Simon Moores como acuñador del vocablo, otras a Lloyd Morrisett como el primero que lo utilizó para poner de relieve la fractura que podía producirse en Estados Unidos entre los conectados y los no conectados si no se superaban serias diferencias entre territorios, razas o etnias, clases y géneros, mediante inversiones públicas en infraestructuras y ayudas a la educación. Digital Divide (o Digital Gap) fue el término exacto que utilizó la Administración Clinton-Gore para analizar dicho desfase, fractura o rotura en el conocimiento y el acceso a dicho conocimiento o comunicación. A finales de 1995 publicaron una serie de reportes bajo el título común Falling through the Net. A survey of the ‘Have Nots’ in Rural and Urban American, en los cuales se dejaba constancia del estado que este fenómeno aguardaba a la sociedad norteamericana y se quería concienciar sobre todo a los responsables políticos de la importancia del acceso a internet y de la existencia de amplios sectores sociales en riesgo de exclusión social. Cuatro años después fue substituido por el sucedáneo Falling through the Net. New Data on the Digital Divide. Curiosamente en 2001, con Bush hijo ya en el poder, la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información de los Estados Unidos (NTIA) lanzó un quinto reporte, A Nation Online. How Americans Are Expanding Their Use of Internet, en donde se asumía que el problema estaba de alguna manera zanjado.

Al principio en español se tradujo como fractura digital o estratificación digital —incluso divisoria digital,[9] brecha inforcomunicacional[10] y abismo digital[11]— por ser mucho más expresivos sobre lo que significa realmente (también en francés), aunque en la mayoría del vocabulario de los investigadores hispanos aparece el de brecha, más suave quizá y parece que más correcto políticamente, haciendo hincapié en cierto analfabetismo digital o escasa habilidad o competencia de un gran sector de la población, especialmente entre aquellos nacidos antes de la década de 1960, para manejar las herramientas tecnológicas y cuyo acceso a los servicios de internet flaquea.[12] La brecha digital ha acabado siendo, en resumen, un reflejo del desarrollo humano entendido mucho más allá del crecimiento económico: como ese «entorno en el que las personas puedan hacer plenamente realidad sus posibilidades y vivir en forma productiva y creadora de acuerdo con sus necesidades e intereses».[13] Esas cuestiones fueron abordadas hacia 1996 desde una aproximación sistémica por Herbert Schiller[14] y William Wresh[15] de manera general, autores que se planteaban la necesidad de incluir a todos los sectores de la población en lo que se refiere a acceso a la información disponible a través de las nuevas tecnologías que estaban apareciendo en un escenario más o menos global.

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Brecha digital, alfabetización y desigualdad social

Más o menos es en esta época que nacieron los primeros términos como tales sobre las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). No podemos obviar la digital divide de Tapscott[16] o los inmigrantes y nativos digitales de Prensky,[17] y sucedáneos.[18] Por lo general de lo que se trataba era de etiquetar a dos grandes procesos, a saber: la alfabetización digital —o cyberalfabetización—y la sensibilización electrónica.[19] Por un lado, el desarrollo de destrezas para el uso de las tecnologías, aquellas habilidades para orientarse satisfactoriamente en la red, aquellas que ayudarán a descubrir, usar y evaluar las fuentes de información. Por el otro, la educación de los usuarios, los incentivos para el estímulo adaptativo a nuevos procesos y articulaciones.

Poco a poco la Digital Divide se convertiría en un elemento clave de desigualdad en las sociedades contemporáneas sometidas a un fuerte proceso de dualización: existen los trabajadores mejor calificados y retribuidos y otros con tareas precarias y mal pagados, demostrandoi una vez más, en palabras del filósofo Alain de Botton, que «el ascensor social está estropeado».[20] ¿Es cada vez mayor la distancia entre unos y otros? ¿Hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda? ¿Se multiplican así los riesgos de exclusión social? Se trata de un fenómeno estructural que parece ir en aumento y que tiene un matiz multidimensional, pero, y ahí va lo más importante… ¿Se trata de que las nuevas generaciones posean un saber nuevo? ¿Se abre un abismo entre quienes saben y quienes no saben?

Xawy Sastre

Este post forma parte de una serie de dos en los que Xawy nos explica el estado del arte y los trends de la brecha digital. Tanto Xawy, como Nuria LLopis, esta vez hablando de crowdfunding, han propuesto por amor a la participación en Internet estas reflexiones. Xawy y Nuria son, además de lo que academicamente puede denominarse un expertos en el área, unos activistas de la participación en la red.Estos posts tienen sentido como parte de una iniciativa para sacar la reflexión a la red, desarollada en la asignatura Educación y Comunciación en la Red, del máster de Educación y Comunicación en el Ciberespacio, de la UNED. Sientete libre de participar aportando tu reflexión sobre los interogantes que quedan abiertos, expresar tu opinión, criticar, apostillar, completar o incluso preguntar sobre este post… Se trata de establecer un diálogo horizontal que nos sirva a cada unx para construir conocimiento. ¡Ojo! Tanto si eres alumno del máster como ajenx ¡Eres bienvenidx a la construcción de conocimiento!Si quieres tener un mensaje en tu email cuando lleguen los nuevos posts de la serie de Xawy y Nuria, puedes suscribirte a comunciacionextendida:

 Bibliografía

[1] Véanse las más de 15 acepciones distribuidas en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española [En línea] http://lema.rae.es/drae/?val=brecha. En geología se considera brecha a una masa rocosa consistente de fragmentos de rocas de distintos tamaños y formas, una roca sedimentaria detrítica, se le llama, porque simbólicamente representa el resquicio por donde algo comienza a perder su certeza o seguridad. En el sistema paleontólogo, la brecha de Romer es el ejemplo de brecha en el registro fósil. En el campo de la geografía existe la brecha de Rolando, una formación determinada del Monte Perdido, aunque también es una población en el estado mexicano de Sinaloa e incluso una calle de Montevideo conserva ese nombre como evocación de un episodio de las Invesiones Inglesas. Brecha (2009) también es una película española del director Iván Noel, o un semanario político cultural uruguayo de 1985. La brecha es una famosa novela feminista nacida de la inspiración de Mercedes Valdivieso en 1961, y el primer cuento publicado del ensayista salvadoreño Manuel A. Cerón Mejía tiene por título La brecha en el jardín (2009). En política también existe la brecha de los bombarderos y la brecha de los misiles, dos conceptos militares parecidos de la época de la Guerra Fría: 1)la infundada creencia estadounidense de que la URSS durante la década de los 50 estaba tomando ventaja en el número de navíos de guerra estratégicos armados de bombas nucleares, y 2)la infundada de nuevo percepción norteamericana durante la década de 1960 del número de ojivas (warheads) o cabezas nucleares de mediano y largo alcance.

[2] ANÓNIMO (1943). La vida de Estebanillo González. Madrid: Espasa Calpe, 1ª ed.
[3] DRUCKER, P.F. (1959). Landmarks of Tomorrow: A Report on the New ‘Post-Modern’ World. New York: Harper.
[4] TICHENOR, P.J.; DONOHUE, G.A.; OLIEN, C.N. (1970). «Mass Media Flow and Differential Growth in Knowledge». Public Opinion Quarterly, 34(2), p. 159-170. Algunos atinan mejor y lo traducen como «brechas del conocimiento».
[5] WOLF, M. (1994). Los efectos sociales de los media. Buenos Aires: Paidós, p. 77-78. Esta aportación es interesante en la medida que introduce una posición crítica sobre la neutralidad de la tecnología. Si los medios de comunicación representan avances tecnológicos, no son dichos avances generalizables.
[6] Esta lógica de la oferta también condiciona a la sobreoferta, una carrera tecnológica de acuerda a la cual es necesario actualizar periódicamente la versión del software y los últimos adelantos en hardware del ordenador.
[7] NEGROPONTE, N. (1995). Ser digital. Buenos Aires: Atlántida, p. 206.
[8] CASTELLS, M. (1996). La era de la información: economía, sociedad y cultura. La sociedad red. Madrid: Alianza, p. 117.
[9] Véase CASTELLS, M. (2001). La Galaxia Internet. Barcelona: Plaza&Janés, p. 275.
[10] Véase FORD, A. (2003). La marca de la bestia. Identificación, desigualdades e infoentretenimiento en la sociedad contemporánea. Buenos Aires: Norma, p. 115.
[11] CROVI, D. (2002). «Sociedad de la información y el conocimiento. Entre el optimismo y la desesperanza». Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 185, p. 13-33.
[12] Para interesados en toda esta terminología véase también RODRÍGUEZ GALLARDO, A. (2006). La brecha digital y sus determinantes. México: UNAM. Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecnológicas; y VEGA-ALMEIDA, R.L. (2007). «Brecha digital: un problema multidimensional de la sociedad emergente». Inclusâo Social, 2(2), p. 101-102.
[13] SERRANO SANTOYO, A.; MARTÍNEZ MARTÍNEZ, E. (2003). La brecha digital. Mitos y realidades. México: Universidad Autónoma de Baja California, p. 9.
[14] Véase SCHILLER, H.I. (1996). Information Inequety. New York: Routledge.
[15] Véase WRESH, W. (1996). Disconnected. Haves and Have-Nots in the Information Age. New Brunswick, NJ: Rutgers University Press.
[16] TAPSCOTT, D. (1998). Creciendo en un entorno digital. La Generación Internet. Santafé de Bogotá: McGraw-Hill.
[17] PRENSKY, M. (2001). «Digital natives, digital immigrants». On the Horizon [MCB University Press], 9(5), p. 1-6. Con los años el propio Prensky acabó negando la mayor y desechó haber sido el primero en acuñar ambos términos.
[18] Como los avatares digitales de la canadiense Gerri Sinclair y el italiano Bruno Cerboni, o la Generación Einstein del holandés Jeroen Boschma. Véase GARCÍA GARCÍA, F. [et al.] (2010). «Una taxonomía del término «nativo digital». Nuevas formas de relación y de comunicación». Congreso Alfabetización Mediática y Culturas Digitales (Sevilla, 13-14 de mayo).
[19] En palabras de SILVERA, C. (2005). «La alfabetización digital: una herramienta para alcanzar el desarrollo y la equidad en los países de América Latina y el Caribe». Acimed, 13(1), p. 1-8.
[20] BUSQUET, J.; ARANDA, D.; BALLANO, S.; SÁNCHEZ-NAVARRO, J.; URIBE, A.C. (2012). La bretxa é mobile. La fractura digital generacional a Catalunya. Anuario de la Societat Catalana de Sociologia 2012 (coordinado por Josep M. Masjuan).

17 comentarios sobre “Brecha digital o la encrucijada educativa

  1. Marcelino Vaquero Ferreiro

    El post me ha parecido interesante, sobre todo en la referencia entre info-ricos e info-pobres. El tema de la brecha digital es importante, pero lo que subrayaría, sobre todo, es la necesidad de salvar este abismo entre unos y otros debido a las posibilidades que nos da Internet a la hora de alcanzar espacios de opinión y expresión que pueden generar un pensamiento crítico. Este pensamiento crítico creo que debe partir de la base de concienciación social que permita, como indica Paulo Freire, la liberación del hombre.
    Haciendo referencia a la última pregunta, creo que no es una diferencia entre los que saben o no saben, sino entre los que pueden llegar a saber y no se les permite alcanzar ese conocimiento y su posterior expresión; y aquellos que saben pero no han generado ese espíritu crítico o lo esconden a sabiendas por algún tipo de interés -personal, económico, ideológico,…-. Muchas veces el dominio de las tecnologías no nos hace más sabios, ya que nos quedamos con el continente y no con el contenido, sino que nos hace ser más autocomplacientes con nosotros mismos, olvidándonos del resto.
    Por último añadir que en estos últimos años de crisis vemos cómo multitud de titulados universitarios españoles -con doctorados, idiomas, etc…- y con excelentes competencias digitales tienen que emigrar hacia otros países para trabajar en trabajos, al igual que en España, con poco cualificación, mal pagados, etc… Este último hecho me hace preguntarme si la diferencia entonces es la competencia digital o, por el contrario, la vigencia de un sistema económico y político que cada vez abre una brecha entre los más ricos, cada vez más ricos, y los pobres, cada vez más pobres. ¿Las TICs entonces no generan riqueza para todo el mundo? o, por el contrario, ¿están diseñadas para generar más riqueza para unos pocos?

  2. Juan Carlos Sánchez

    El planteamiento de Sastre me ha recordado a la posición de Manuel Castells respecto a la brecha digital. Según éste, el gas digital no es sino una reproducción de otro tipos de brechas sociales clásicas adaptada a entornos digitales. Castells afirma que “aparece un segundo elemento de división social mucho más importante que la conectividad técnica, y es la capacidad educativa y cultural de utilizar Internet”. El problema central que subyace bajo el concepto de brecha digital sigue siendo la exclusión y la desigualdad social consecuencia de un sistema capitalista (Murolo, 2010).
    Si vamos más allá del concepto técnico de Brecha Digital podemos asumir que las TIC se encuentran ligadas al desarrollo. Y por consiguiente, la información resulta indispensable para aumentar las oportunidades y las libertades. Un claro ejemplo lo vemos en el empleo. Las nuevas gestiones de empleo se hacen a través de la red, la oferta y demanda de empleo se realiza mayoritariamente a través de las TIC. Aquellos que no pueden acceder, o no saben, se encuentran en exclusión digital.

  3. xawy

    La brecha digital es en el fondo una brecha educativa… efectivamente. De vanguardia ha passdo a remolque. Para ello hay varios autores que han intentado explicar y solucionar el dilema. Os remito a Bauman y su ‘Modernidad líquida’ (2000), un clásico, pero hay más plumas y fórmulas interesa tes y sucedáneas, como el gran Alejandro Piscitelli y su ‘Meta-comunicación’ (2002) y su espeluznante teoría sobre el ‘Paréntesis de Gutenberg’ (2011), curioso apunte sobre la memoria y la escritura, y aún el poderoso Cristóbal Cobo y su ‘Aprendizaje invisible’ (2011), según el cual aprendemos de jugando, con la Red, una serie de competencias transversales llamadas ‘habilidades blandas’ (‘soft skills’). espero que os aproveche y en estos días y noches de turrones!

  4. xawy

    Conocer implica razón y emoción, cerebro y corazón, es una actividad tan compleja que comprende la construcción de representaciones mentales para dar orden y coherencia a la información y a la experiencia. Y en la producción del conocimiento el sujeto del aprendizaje elabora sobre su diálogo con el mundo. Y dicho aprendizaje se vuelve más rico en la medida en que mejor salgan las competencias de autorregulación, a saber: cognitivas, emocionales, motivacionales y sociales.
    Para eso las tecnologías son un buen aparato y/o sistema de partida, y un servidor a las TIC las llamará TRICCS (Tecnologías de Relación de la Información, el Conocimiento, la Comunicació y el Sentimiento), de partida para dar rienda suelta a descubrirel mundo desde el cerebro, desde el corazón y desde todo territorio contextual relacionante. ¿Acaso somos nómadas del conocimiento? (véase a John Moravec y su knowmad). ¿Acaso somos recolectores? ¿Acaso piratas? ¿Cómo podemos ser más participativos y estar más implicados que ma generación anterior?
    Repasad también las notas de un tal Piaget y de un tal Vigotsky.

  5. Paz García

    Me he quedado impresionada con que Drucker en 1959 ya hablara de «trabajadores del conocimiento» y que Tichenor formulara en 1970 (¡¡¡) el «knowledge gap». Creo que vivimos en un momento en que ya superado el credencialismo de Collins (aunque no por eso deja de ser un requisito esencial para entrar y mantenerse en el mercado laboral) ahora se imponen, además, las competencias, y entre ellas, claro está, la digital. Es otra manera de selección, cruel, pero selección. Incluso el Ministerio de Educación contempla estas competencias, y en particular la digital, en sus Currículos oficiales para la Enseñanza Obligatoria. Otro tema es que no ofrezca mucho más que orientaciones, pero este no es el sitio para debatir eso. Lo que tienen claro es que no pueden dejar a los alumnos, futuros trabajadores y ciudadanos, al margen de ese «nuevo saber» y todas las posibilidades que ofrece. No quieren que ese abismo se abra aún más, aunque claro, como siempre, los más desfavorecidos apenas tendrán poco más que unas breves nociones en clase de que hay otro mundo tras la pantalla…

  6. xawy

    Impresionante, eh? Como diría mi autocorrector: «Vaya Mérida de móvil!».
    vay con la brecha… Inforicos, infopobres, alguien sabe lo que es el ‘efecto Mateo’?? Ya lo dijo Antonio Ariño: «Quien más busque más encontrará». Ya no se trata de una brecha pantallera, digitalera, navegadora… permitidme a estas horas desarrollar mi segunda -¿primera?- escena, la poética… Y lo haremos con metáforas. «Me gusta la gente que vibra, que no hay ue empujarla» (Benedetti, poeta argentino). «Nunca podrás cambiar el
    mundo si no eres capaz de cambiar tu propio vecindario (Manu Chao, cantante). «Aquellos que creen en
    la magia están destinados a encontrarla» (Anónimo). Y «Si te emociona lo que haces, estás creando; si no, estás obedeciendo» (Santiago Pando, publicitario mexicano). BÚSQUENLOS! y feliz día de los Inocentes (ENamorados).

  7. Maria Mart

    Muchas son las acepciones de brecha digital y yo creo que la definición en si misma evoluciona con el tiempo.
    Se ha hablado de brecha digital como separación entre personas, comunidades, en cuanto al acceso a las TICs. Esta definición queda un poco obsoleta ya que vemos como los países menos desarrollados van introduciendo las TICS poco a poco en los dominios de educación, empresas… Aunque es verdad que todavía queda mucho trabajo por hacer en cuanto al acceso doméstico.
    Hablamos también de brecha como separación entre las personas de diferentes generaciones, es decir la diferencia entre nativos e inmigrantes digitales. Esta brecha cada vez es más difusa ya que vemos como los abuelitos “wasean” con sus nietos o mandan fotos navideñas…
    Cuando hablamos de ella en el sentido de “distanciamiento entre la máquina y el hombre” del que nos hablaba Doug vemos como cada vez más el conocimiento de las herramientas informáticas es más conocido por todos gracias a la difusión y creación de formaciones, cursos… y a la simplificación de las mismas para aquellos que no quieren ir mucho más allá.
    Aunque creo que en la actualidad el concepto de brecha digital está más ligado a la separación entre las personas y el conocimiento, pero no el conocimiento de la herramienta en sí misma si no la construcción del mismo sirviéndose de ésta, estableciendo conexiones, actuando con autonomía, de manera participativa…

  8. xawy

    gran reflexión, Maria. no puedo estar más de acuerdo, aunque espero no crear precedentes. Se trata del paso de la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento, efectivamente… Recomiendo los gráficos entre unos y otros José Luis Córica (2014), muy didácticas, en concreto un artículo llamado «Virtualidad y brecha digital de segundo nivel. La responsabilidad docente frente a la división de clases intelectuales». En el fondo es el dilema eternosobre el empoderamiento digital… Feliz2015.

  9. Raquel Correa

    Interesante artículo sobre la brecha digital (e interesante bibliografía hay que reconocer también). Además de la diferencia entre info-ricos e info-pobres, he de reconocer que me preocupa bastante la brecha existente entre los nacidos antes de 1960 y posteriormente, aquellos que han vivido las nuevas tecnologías fuera de la educación, que han vivido una educación tradicional donde no han tenido redil para discernir y ser críticos con aquello que «les enseñaban». Este problema se extiende a las nuevas tecnologías tanto para inmigrantes digitales como analfabetos digitales, y como bien comenta Xawy conocer implica razón y emoción, cerebro y corazón, y las personas que no han nacido con las nuevas tecnologías lo tendrán más complicado para que formen parte de su mundo relacional y sentimental.
    Feliz año

  10. Verónica Pardo Sánchez

    Muy interesante el artículo de Xawy, muy aclaratorio! Cómo veo que explica desde los orígenes etimológicos del término hasta su concepción actual relacionada con las nuevas tecnologías (a mi parecer no se deja nada), tan solo se me ocurre aportar la respuesta institucional (en términos nacionales) a tal problema (aunque los propios ciudadanos también podemos implicarnos para combatir las desigualdades sociales creo que las instituciones públicas y privadas tienen el deber de hacerse cargo del problema). En el siguiente enlace, se puede acceder al plan específico de Agenda Digital para España para 2015…por lo que he podido ver esto es lo más parecido a una solución para combatir la brecha digital que dan nuestras instituciones públicas. Soluciones que a mi parecer se antojan escasas en algunos casos y utópicas en otros, expongo algunos objetivos a continuación:

    – El gobierno pretende que para 2015 el 50% de los hogares tengan cobertura de banda ancha de 100 Mbps. (Esto sigue dejando al descubierto una gran brecha ¿no creéis?)
    – Se establece como objetivo que el 75% de la población tenga cobertura 4G en el 2015.
    – Facilitar el desarrollo de empresas orientadas a la creación, producción o distribución de contenidos digitales.
    – Impulsar las medidas que permitan a la ciudadanía y las empresas disfrutar de una experiencia segura y confiable aprovechando todas las oportunidades de la economía y la sociedad digital.
    – Del plan específico de inclusión digital destaco: Promover la investigación de soluciones TIC que faciliten la accesibilidad en Internet, Impulso a los programas de formación para favorecer la alfabetización digital y Asignar de recursos a la formación continua y adquisición de habilidades digitales.
    – Etc.

    Los objetivos son sobre todo cuantitativos y se centran en medidas para extender el uso de las TIC entre la ciudadanía, y sobre todo entre las empresas, pero vemos que también hay un hueco para objetivos cualitativos más basados en la alfabetización digital. Ahora solo falta que se cumplan.

  11. Monica

    Según Xawy Sastre, en su escrito sobre la brecha digital nos enseña en éste, cómo es tomado el concepto de la tecnología tanto en la época de los 60 como en la actualidad, donde también se evidencia una postura de apertura y de indiferencia hacia la tecnología.
    Teniendo en cuenta que en todos estos ámbitos de la era digital existen desigualdades; desigualdades que terminan siendo para las personas un arma de doble filo, dado que conllevan a que unos tengan el acceso a la información y otros no. Las condiciones de acceso a la información que presentan algunos países, no es equitativa, pues algunos poseen mayores privilegios que otros; siendo la igualdad relativa para cada persona o nación, teniendo en cuenta que el acceso a la información, en cualquiera de sus formas, es necesaria para ejercer el derecho de la libertad de cada individuo.
    El uso de esta debe ser de participación de todos debido a que su accionar da la posibilidad de poder significar en las decisiones que se vayan a tomar y no dejarlas en manos de otros que representan el poder.

  12. JOHNNATAN

    Pese a que cada cultura tiene sus diversas costumbres, de una forma u otra,

    aparte de ser particular es universal, pues lo que nos permite es el acceso a la

    informática el que las brechas sean cerradas. Xawi Sastre en su escrito sobre la

    brecha hace énfasis en lo expuesto por Tichenor, Donohue y Olien en dos

    divisiones de grupos los cuales son denominados como: los que tienen el poder

    adquisitivo y los que no, los que tienen el valor adquisitivo equivale al grupo

    poderoso donde las personas que conforman dicho grupo son sujetos que pueden

    acceder a la innovación de la tecnología; cuya idea se visualiza en formas de

    desigualdad en el sistema social.

    Esta situación se puede observar en la vida diaria de cada uno de nosotros y para

    no ir más lejos, se evidencia en las mismas instituciones educativas, cuando los

    que cuentan con los últimos aparatos en tecnología poseen una identificación

    colectiva y una cohesión grupal, mientras que los que no cuentan con dichos

    aparatos llegan a empezar a establecer o a tratar de hacer parte de este grupo sin

    lograrlo en muchas ocasiones.

    Cabe resaltar que en cada grupo social se desempeña un papel importante el

    deseo que posee cada persona de su propio grupo en relación con los otros. La

    mayoría de las personas en el mundo poseen expresiones de estigmatización

    hacia otras personas tanto individualmente como grupal y esto se ve, en las clases

    sociales, cuando las personas de un estrato socioeconómico alto, excluyen a las

    personas de un nivel económico bajo equivalente a la pobreza debido a su bajo

    nivel de vida, humillándolas por no poseer lo que ciertas personas tienen y son

    tildadas de inferiores.

  13. xawy

    RECAPITULEMOS.
    La brecha digital, como fractura tecnológica, llega con lo que se logra llamar Sociedad Red (o TRIC, tecnologías de relación entre la información y la cominicación). Ante un sistema educativo totalmente obsoleto, donde impera la reproducción, la repetición, el registro y la sumisión, se advierte de un cambio de paradigma que traerá paulatinamente cola..
    Una primera brecha se produce en el momento del acceso y conexión de los aparatos y teclas, que deja heridos a los tecno-pobres y sobrevivientes a los tecno-ricos (en función de la economía); una segunda brecha se produce en el sistema de apropiación y dominio de las ideas, que separa a los info-pobres de los info-ricos (en función de ciertas capacidades intrínsecas, tales como
    lectura, interactividad, relaciones sociales, cultura, portabilidad y refuerzo educativo); una tercera brecha se produce en el modo de participación h desarrollo de los contenidos, que deja a un lado los depósitos de información y al otro a los prosumidores del conocimiento. Para luchar con tales brechas, sobre todo la tercera, que es la más humana, se aciertan a elaborar SEIS softskills o habilidades blandas o competencias transversales, a saber (5C): curiosidad, crítica, creatividad, comunicación, cooperación y compromiso… gracias a las cuales podemos empezar a creer en un nuevo sistema educativo para los jóvenes del futuro-ya, basado en el just-in-time.

    NOTA. este es el resumen que os brindo, pero tened en cuenta que no es la verdad absoluta, ni muchos menos, es un intento de explicar la brecha digital. Y pensad que hablo de la brecha digital educacional-cultural, la única que se mueve a través del tiempo (edad) y el espacio (escuela). las otras sólo tienen en cuenta aspectos sociales, de espacio social, como la brecha económica (ricos/pobres), de género (mujeres/hombres), de lengua (inglés/español/…), geográfica (norte/sur), de movilidad (discapacitados físicos), etc.
    Y por otro lado cabe apreciar que esta brecha generacional cada vez se está reduciendo en el tiempo: antes bueños
    nietos, padres hijos, ahora entre hermanos… ¿Qué pensáis? ¿Hemos acertado un poco o deberíamos volver a empezar? Y lo más importante: ¿y ahora qué?? ¿Qué hacemos? ¿Y cómo? Gracias por todos vuestros comentarios y perdonad la tardanza y la escritura, os escribo desde un ridículo móvil desde alguna montaña del país encerrado desde hace semanas trabajando… precisamente en esto. SALUDOS❄️

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