Me temo que la verdad podría no existir, señor Rouco.

Rouco Varela, presidente de la comisión episcopal, nos advierte del peligro de las redes sociales. Dice que

La Red se ha convertido en un instrumento poderosísimo de información y de comunicación; pero también de propagación de fórmulas de vida de todo tipo, sin excluir las menos acordes con la dignidad humana. Así, los jóvenes se encuentran particularmente expuestos a la influencia desorientadora del relativismo, es decir, de una actitud guiada por la indiferencia ante el bien, por el ‘todo vale’ y por la preterición de los bienes verdaderos” (Vidanueva)

Traducción para los que se pierdan en las cursivas: Por la perniciosa influencia de la red, hay a gente que la está dando por pensar por sí misma. Esto podría ser bueno, pero sólo si llegan a la única verdad verdadera, que es la que digo yo, y lo cierto es que la gente se sale de lo segado con extrema facilidad. Y es que la verdad verdadera ya no está de moda –eso significa preterición-. Y así, ¡No!.

“Si a ello se suma la coyuntura histórica general, dominada por una crisis económica, socio-política, cultural y ética con pocos precedentes, no es extraño que muchos jóvenes, duramente afectados por tal crisis, sientan sus vidas inmersas en la mayor de las incertidumbres”. (Vidanueva)

Traducción para los que se pierdan en las cursivas: Hay una crisis económica. ¡Hala! Y otra moral y cultural gordísima. ¡Toma! Los jóvenes piensan que no hay verdad verdadera, sino incertidumbre y pitorreo por que la crisis les nubla la vista.

Y yo opino, señor Rouco (Esto sí que es un pitorreo: ¡Cualquiera puede opinar!) que la verdad verdadera no existe, porque soy relativista y a mucha honra. Y podría empezar a decirle lo de siempre, que hay que tener cuajo para no relativizar y decir que el preservativo no protege del Sida en África, o que es mejor dejar niños en un orfanato sin medios (eufemísmo) antes que dejar a homosexuales adoptar, pero esto es lo mismo de siempre y ya aburre. Así que como me temo que soy, aún peor que un relativista, un anarquista epistemológico, al estilo Feyerabend, le diré una mala noticia. A lo mejor la verdad no existe.

Con la información metastasiándose vertiginosamente por toda la red global (Correa García[1]), perdiendo calidad con cada retransmisión (Wiener[2]) y teniendo que elegir para sacar conclusiones solo una parte ínfima de los datos, que ya son malos de por sí (Pekelis[3])… ¿Quién podría tener certeza de nada? Le dejo abajo un dibujo para que lo entienda. Esto es la red: no hay certezas y nadie nos tiene que salvar de ello. Entérese desde hace un tiempo ya “no hay magia, ni más allá, ni autoridad moral en forma de figura paterna, ni certeza, ni vivieron felices para siempre. Eso es un verdadero misilPhil Plait – Don’t be a dick.

¡Caramba! Perdone el acaloramiento. Lo que quería decir es que no sé porqué insiste en decir las cosas de ese modo tan poco didáctico. No dude en que cuando ponga Vd. su inteligencia y su carisma al servicio del sano intercambio de opiniones, asumiendo equivocarse y gastando tiempo en dialogar con los que cree que se equivocan, si lo hace a través de Twitter, me contaré entre sus followers.

Raúl Antón Cuadrado

[1] Metafora recogida Ramón Ignacio correa García “TICs entre el mesianismo y el prognatismo pedagógico” en (Aparici (Coord.), Conectados en el ciberespacio 2010)

[2] Wiener. Cibernética.

[3] Victor Pekelis. Mezcla cibernética.

4 comentarios sobre “Me temo que la verdad podría no existir, señor Rouco.

  1. alfonso

    El clero echa en falta sus años de poder absoluto. Esos en que haciendo gala de esa libertad que ahora piden a los gobiernos civiles, se dedicaban a quemar todo aquello que sonaba a ciencia o a progreso.

    ¡Qué nos dejen en paz! ¡Qué se dejen de tanto discurso borreguil!
    Seguiré «enganchado» aunque rouco me envíe al infierno

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