Manual de instrucciones redactado tratando ‘de usted’. Segunda parte de ‘Cree su propia consigna’, nacido por las fervorosísimas peticiones tras el artículo seminal ‘Consignotopía y desilusión 2.0’. A continuación, los 4 últimos pasos, del III al VI, ambos incluidos. ¿Ya tuvo tiempo Vd. de practicar los dos primeros?

3.- VIOLENTA Y PARROQUIANA

En el periódico, en el sermón y en el mitin… se habla sólo al parroquiano ya convicto’ Ortega y Gasset

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Diferénciese de los débiles y los suavitos con una buena consigna. La consigna es más que un medio de coerción; no queda en una amenaza de uso de violencia, sino propiamente es  un recurso violento de transmisión de dogmas. La violencia estriba fundamentalmente en la utilización de técnicas de pseudo-opinión que no permiten escenarios dialógicos –además de que un dogma es en sí violento- y sustentadas en el desequilibrio del acceso diferencial a los medios de retransmisión. Si utiliza su influencia en los medios de broadcasting para lograr la repetición de su mensaje, podrá observar con delicia el fenómeno por el cual se tiende a equiparar la omnipresencia del mensaje con su validez o veracidad. Finalmente, incorporada la consigna en los constructos mentales de los receptores logrará que, asumida, el propio oyente se constituya en un broadcaster, y retransmita la misma incluso contra su voluntad inicial, liberándole a Vd. de ese aburrido trabajo.

Por otro lado, una gran parte de la capacidad de coerción y la violencia de la consigna viene de su naturaleza  afiliativa. Cada grupo cerrado, como un grupo religioso, un partido político o un equipo de fútbol –les veo pocas diferencias- tiene las propias. Estos grupos acogen afiliaciones dicotómicas, ‘o conmigo o contra mi’ y la no aceptación por sus miembros de alguna de las consignas no debe ser tolerada y marca automáticamente al hereje como ‘uno de los otros’. Así el miembro del grupo para saberse y que le sepan tal, rivalizará con sus correligionarios en su grado de borreguismo exhibido por la alineación impasible –tal vez llevada por el miedo, pero ¿eso a quien le importa?- con las consignas grupales. Tenía un artículo muy bueno por aquí de Eduardo Menéndez, [Revista Alteridades, dpt. Antropología de la UAM(MX)], que fue recopilado, con alguna modificación, en este libro de artículos en el que se relataba como toda la comunidad científica Alemana se alineaba con ciertos slogans Nazis, incluyendo una anécdota de 1933. Se pide a los directores de institutos del Max Planck que cesen a sus colaboradores judíos: todos los directores incluidos los judíos, salvo Haber, se alinearon con la norma.

4.-CONCLUSION INDISCUTIBLE Y NO INTERPRETABLE

Cuando su contrincante quiso hacerle ver la carencia de base de su argumento, doña Servanda cubrió su vientre voluminoso con sus manos rollizas y se quedó dormida. La sombra del Ciprés es Alargada. Delibes

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Administre la consigna masticada de modo tal que no haya segunda interpretación posibles y profiérala con aplomo para que no se infiera que cabe la más mínima duda en esa única interpretación recta y cabal. Recuerde que una consigna, no es una cita ni un refrán. La cita, el refrán suelen ser también cortos, pero su significado va mucho más allá de lo meramente proferido conteniendo adiciones metafóricas en que “el significado del hablante y el significado léxico u oracional se separan. Es un caso especial de cómo es posible decir una cosa y significar algo más…”[citado aquí]. La metáfora tiene un problema, cada cual la entiende como quiere, es humana. La consigna, no. Es perfecta para la política y para la ‘creación de opinión’ ya que como no se tiene tiempo para engullir toda la información que nos rodea si la queremos masticar, reflexionar, se asume comer papilla ya masticada, abdicando del derecho y la obligación humana de pensar. Se elige cantidad por calidad. ¿Querer saber tantas cosas ahoga la curiosidad?

El fenómeno del microblog es un caso perfecto donde Vd. puede comprobar la eficacia de la regla IV. El microblog no contiene planteamiento, explicación y desenlace de tesis, sino sólo la conclusión, con lo cual no hay discusión posible; se lee y punto.

5.-ABSOLUTA Y UNIVERSAL

Leteomatosis ocurre cuando la sociedad asume como única la verdad de los medios de comunicación http://www.leteomasis.org/

¡Déjese de recatos o restará potencia a su consigna! Las consignas son absolutamente ciertas, no admiten evaluativos o graduaciones, no admiten peros y además, esto es maravilloso, son ciertas en cualquier momento o lugar. Me gusta el caso de los papeles de Salamanca. Había dos facciones bien diferenciadas, los que decían que debían quedarse en Salamanca y los partidarios de su traslado a Barcelona. Estaba tan bien argumentado, sin ninguna fisura, -principalmente porque ni siquiera había argumentos ni nadie sabíamos cuántos o qué coño tenían escrito esos papeles- que hubo forzosamente que estar absolutamente a favor o radicalmente en contra.

6.-SIN NECESIDAD DE HECHOS

Ya a nadie le importan los hechos. Son meros puntos de partida para la invención…El libro de Arena Borges

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Pero sin duda la característica más deliciosamente retorcida de la consigna y con la que Vd. gozará más, es que no hace falta aportar pruebas de la veracidad de la misma, porque podrían enturbiar su comprensión y asunción. Sin necesidadde pruebas no hay querella y cuando se acepta se hace con furia metafísica, porque es más bien una cuestión de fé, de asumir lo que no hace falta ver. Sea Vd quien diga al populacho qué es lo que debe que creer.

Si quiere rizar el rizo y regodearse en su propio placer de esteta, no dude, de todos modos, en inventar las pruebas. Nadie va a dedicarse a comprobar si son ciertas y si alguien lo hace, tendrá que dar explicaciones: en el tiempo que tarde, Vd. habrá podido poner en circulación otras 10 pruebas inventadas y, o, consignas nuevas, así que en el caso hipotético pero remoto de que alguien dedicara atención a esas refutaciones, Vd. tiene las de ganar. ¡Incorpórese al Olimpo de la imaginación, junto con el que inventó los estudios que apoyaban que los condones no frenan el sida o el que creó las pruebas de que el hombre no pisó la luna! ¡Pase a la Historia! Impagable.

Raúl Antón Cuadrado